
La maternidad y la pérdida de identidad
Cuando empezamos nuestra etapa de maternidad o paternidad, es verdad que pasamos por una fase de pérdida de identidad:
Durante mucho tiempo, desde que somos pequeños sin querer vamos creando una expectativa de como seremos cuando seamos padres o madres. Si cogemos el ejemplo de la educación que nos proporcionaron nuestros padres o incluso nuestros abuelos, generamos una creencia de cómo ser padres y una expectativa de como será cuando seamos padres o una familia y de cómo actuaremos.
En el momento que empezamos nuestra propia etapa de maternidad o paternidad nos metemos tanto en ese papel que nos olvidamos de disfrutar de la etapa. Nos olvidamos de nosotros mismos, de nuestro verdadero ser. También o nos olvidamos de nuestros hijos, de disfrutar de su crecimiento y de cada segundo con ellos.
Sin querer nos vamos etiquetando y juzgando y con eso vamos juzgando y etiquetando a nuestros hijos. Nos sentimos perdidos y vamos teniendo pensamientos negativos como: «seré buena madre o padre«, «mi hijo es un nervio» , «mi hijo es bueno», etc.
Empiezan a parecer emociones como el miedo: miedo al error, miedo a equivocarnos, miedo a como saldrán nuestros hijos , miedo a las emociones nuestras y de nuestros hijos.
También entra en juego la frustración.
¿Qué es la frustración y como se genera?
La frustración se genera por todas las expectativas que hemos creado consciente e inconscientemente. Las hemos creado antes de ser padres, en el proceso del embarazo, por ejemplo, cuando ya lo somos no paramos de generar expectativas, en vez de disfrutando del momento y aprender de él, nuestra mente tiene que estar planificando cada segundo de nuestra etapa de maternidad o paternidad. Pensamos que eso nos genera tranquilidad, pero no es así, ya que las expectativas nunca se cumplen y como no es como queríamos que fuera, ahí aparece la frustración, la ansiedad.
Y por ultimo tenemos la costumbre de cambiar quienes somos y ser quien deberíamos ser como padre o como madre
¿Quien dice cual es la mejor forma de ser padre o madre?:
Nadie. Los únicos que juzgamos somos nosotros. Dejamos de ser nosotros cuando no confiamos en nuestro potencial y seguimos las normas de la vida o las creencias, etc.
Por ejemplo:
- Una madre tiene que estar en casa con su familia y por eso dejamos de quedar con nuestras amigas y disfrutar de nuestra independencia.
- Un padre es el que tiene que generar dinero y mantener a la familia, y ¿quien ha dicho que no puedas disfrutar de tu familia, de tus momentos libres con tus amigos o con tus hijos?
- Como soy la madre o el padre, soy yo el que manda y sale el típico comentario » Yo soy la madre y tu el niño, así que escucha que yo tengo la razón»o » yo soy la que mando que para eso soy la mayor».
Y sin darnos cuenta le vamos cortando las alas a nuestros hijos y vamos creando un hijo bajo manual y no disfrutamos de ellos, ni aprendemos de ellos.
Nuestros hijos son nuestros grandes maestros y deberíamos aprender de ellos.
Seria interesante observar como no nos reconocemos a nosotros mismos, ni a nosotros como padres, ademas vamos juzgando todo aquello que vemos en nuestros hijos y así vamos cortando las alas a nuestros grandes maestros.
Que hacer hacia una maternidad consciente:
1 . Dejemos de pensar.
2. Dejemos de sentir miedo.
3. Disfrutemos del momento.
4. Disfrutemos de la belleza de la maternidad.
5. Actuemos desde el amor verdadero: aquel que no juzga, aquel que admira.
6. Disfrutemos del segundo.
7. Dejemos de querer cambiarnos y querer cambiarlos.
8. Aprendamos de nosotros, de la vida y de nuestros hijos.
“Debes amar de tal manera que la persona que amas se sienta libre”. ~ Thich Nhat Hanh
Os recomendamos el curso Coaching Educativo e Inteligencia Emocional, es un curso que nos reencuentra con nosotros mismos, nos proporciona una nueva perspectiva de la vida.
Este curso esta enfocado a padres, madres, profesores y educadores y nos regala un abanico de recursos, para una educación consciente, para reconocer nuestras emociones y gestionarlas y ayudar a nuestros hijos y alumnos a reconocerse y gestionar sus emociones.